Después de ver todas las temporadas (1-9) de The walking dead y comentarlas le ha llegado el turno a su serie hermana Fear the walking dead.
No quedé muy satisfecho de la anterior pero decidí verla porque en ella se trataba la pandemia desde sus primeros momentos, parecía que iba a haber más revelaciones en cuanto a una posible resolución del problema mundial y además iban a aparecer personajes de la serie madre.
El principio me gustó. Una familia corriente, con sus problemas y vivencias a la que le sorprende esta epidemia e intenta sobreponerse a la situación. Igual que la serie madre pero desde otro punto de vista más normal e inicial.
El problema surge cuando ya pasa esa fase inicial y los guionistas no dejan tranquila a la familia protagonista y alargan innecesariamente la historia, llevando a los protagonistas de una situación extrema a otra.
Es en esta fase cuando la serie se convierte en una parodia más prefabricada de la original (que ya lo era) con situaciones predecibles y no predecibles demasiado forzadas. El objetivo de los giros inesperados tipo Juego de tronos es crear estupor y dejar al espectador en estado de shock. Es un gran efecto si se hace bien. El problema es que cuando se hace repetitivamente ya no produce ese efecto y la serie queda en mal lugar.
No voy a extenderme más con esta serie, tan solo decir que manda mensajes muy negativos sobre la condición humana en los que uno puede pensar que ser buena persona es perder el tiempo, que hay que ser ultracompetitivo, que se puede tomar la justicia por su mano, que hay que defender lo tuyo a costa de los demás, que las armas lo arreglan todo, etc, etc...
Me podréis decir que es una situación extrema apocalíptica en la que estos comportamientos pueden estar justificados. Pero el caso es que estamos en el mundo real y no estamos viviendo esa situación y el bombardeo es continuo de esos mensajes que pueden llegar a calar en personas sin suficiente criterio para distinguir lo real de una fantasía disfrazada de realidad. Incluso en el hipotético caso de vivir este tipo de situaciones tampoco creo que estuvieran justificadas muchas de las acciones y pensamientos que se ven en la serie.
Como nota cómica destacar la irrupción en la serie de Morgan, el monje shao-lin, proveniente de la serie original. Para mí es un personaje fuera de lugar, con su manía de hacerse el interesante y de ser un veleta. Que si te ayudo o no te ayudo, que si voy contigo o no voy, que si te hablo o no te hablo, que si mato o no mato. Me ha gustado ver a Dwight de la serie madre, que es un personaje mucho más profundo e interesante.
Para terminar un pequeño resumen de la serie: familia norteamericana que va viajando por la costa oeste de USA y México de asentamiento en asentamiento provocando caos, muerte y destrucción, como Atila que allí por donde pasaba no crecía la hierba. Eso sí, por cada asentamiento que van pasando cae algún personaje protagonista o importante.
De todas formas hay momentos buenos e interesantes y algunos actores interpretan bien a sus personajes. No la principal protagonista, Madison, cuya actriz parece la Steven Seagal femenina, siempre con el mismo gesto inexpresivo por no decir estreñido. Del estilo de la insulsa protagonista de Anatomía de Grey.
